«La investigación necesita dinero, pero ligado al talento, la creatividad y la innovación»

Entrevista a JUAN LUIS VÁZQUEZ Catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, Premio Nacional de Matemáticas 2004

Juan Luis Vázquez (Oviedo, 1946) es catedrático de Matemática Aplicada en la Universidad Autónoma de Madrid, Premio Nacional de Matemáticas en 2004 y el único español que ofreció una conferencia en el Congreso Mundial de Matemáticas que se celebró en España en 2006. 

 -Enhorabuena, trabaja en el mejor departamento universitario de matemáticas de España, según el «ranking Shanghai».

-El mérito es de todo el departamento, que dirige Carmen Ruiz Rivas y del que formamos parte un centenar de personas. Muchas veces a los individuos se les reconoce su mérito, pero la Universidad debe tener unidades que sean reconocidas, y para eso hace falta que el departamento funcione muy bien. La Autónoma está haciendo un gran esfuerzo. Yo también estoy contento porque he participado muchísimo en esta aventura.

-Parece que las matemáticas en España ya cuentan a nivel mundial.

-Desde los años ochenta del pasado siglo hemos progresado muchísimo. Partíamos de una situación bastante triste y, en veinte años, hemos conseguido ponerlas en su sitio. Cuando los extranjeros se dieron cuenta, decidieron organizar aquí el Congreso Mundial, en el año 2006. Pero, si mira las estadísticas, está claro que las universidades buenas en esta materia siguen siendo la norteamericanas, las francesas y las inglesas... las clásicas. Copan los grandes puestos y es en ellas donde se hacen las grandes investigaciones y son las que tienen los premios Nobel.

-¿Dar el salto que nos permita estar a su nivel es cuestión de dinero?

-Es cuestión de dinero y de encauzarlo bien. El Estado debería subir el porcentaje de producto interior bruto (PIB) que dedica a la investigación, que sigue estando por debajo de la mayoría de países europeos. Y una de las claves es que el rendimiento de la investigación debe estar muy ligado al talento, a la creatividad y a la innovación, es decir, a las tradiciones de la Ilustración, y eso nos falta. Quizá porque no tenemos una larga tradición democrática o porque el dinero se ha gastado mal. En este país se ha dado dinero para cualquier cosa que tuviera nombre bonito.

-¿Por qué, si conocemos el diagnóstico y vemos que funciona en otros países, España es tan timorata?

-En esos veinte años de los que hablábamos antes se mejoró enormemente y la primera etapa de consolidación de una comunidad científica depende mucho de las individualidades. Ese período se organizó bien y los investigadores hemos tenido oportunidades razonables, pero cuando se trata de competir por los puestos más altos, es decir por la «Champions», es preciso mejorar los métodos y poner mucho mayor énfasis en cómo se gasta el dinero. No es necesario mucho más dinero, pero debe ir unido al talento y la calidad, y con poca burocracia. La idea es competir en la «Champions» como sea.

-Usted fue uno de los científicos que batallaron por conseguir una buena ley de Ciencia. ¿Aprueba el resultado?

-Creo que la que se hizo en 1986, con la que trabajamos hasta hace poco, era bastante buena y el sistema de pedir dinero mediante proyecto era razonable; pero tenía defectos que impedían seguir creciendo y la nueva ley no los ha resuelto. Hay que invertir en conocimiento seleccionando adecuadamente lo que se va a financiar y deben ser inversiones en cosas que valgan la pena.

-¿La crisis perjudicará a la ciencia en España?

-No es mal momento para reflexionar, reaccionar y seguir haciendo investigación de calidad. Es posible que se cambie la tendencia y yo, de alguna manera, lo espero. De lo contrario, tardaremos muchos años en recuperarnos. España ha dejado pasar ya demasiadas oportunidades. Tiene que invertir en futuro, en cosas que cuesten esfuerzo y que no sea rellenar papeles con cuatro «caxigalines».

-La investigación matemática ha logrado posicionarse. ¿Tienen las matemáticas el protagonismo que deberían en las enseñanzas Primaria y Secundaria?

-La sociedad las considera importantes y se nota en que el número de actividades que desarrollan la sociedades profesionales tienen un alto nivel de participación, se hacen cosas. Yo participé en una actividad de divulgación con motivo del «Año mundial» y fue un éxito que ni nosotros esperábamos. La parte negativa es que las universidades se quejan de que los alumnos vienen mal preparados, el nivel es bastante bajo.

-La incorporación de la mujer ya ha dejado de ser noticia.

-Estamos al 50 por ciento, pero la integración de la mujer en el mundo científico es mayor en España e Italia que en países clásicos como Estados Unidos o Inglaterra. Acabo de llegar de la Universidad de Berkeley (EE UU) y allí noté que en España hay más mujeres en este mundo, a todos los niveles.

 (Fuente lne.es)