Con la colaboración de docentes y alumnos, en Ingeniería de la UNLP se
logró que el 70% de los estudiantes aprobaran la disciplina.
Es notable comprobar cómo la confluencia de conocidas
y nuevas estrategias del aprendizaje no sólo permiten mejorar el
rendimiento de los alumnos sino que se transforman en un modelo por
seguir. Esto es lo que ha ocurrido en la Facultad de Ingeniería de la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde el 70 por ciento de los
alumnos ha podido aprobar matemática a partir de un método creado por
los docentes y autoridades de ese centro, con lo que se logró además
bajar la deserción y el número de aplazos.
El hecho de haber detectado y reconocido el nivel de
"fracaso y frustración" que experimentaban aquellos alumnos que no
aprobaban -en muchos casos, hasta dejaban de intentarlo y abandonaban la
carrera-, llevó a sus docentes a replantear las materias y unificar sus
contenidos (con lo cual se redujo también la carga horaria), y a crear
nuevos planes de estudio. También se modificó la cantidad de alumnos por
comisión; es decir que de clases multitudinarias se pasó a cursos de
hasta 70 alumnos.
Finalmente, la presencia cada vez más advertible de las
redes sociales y la interacción que se produce entre quienes participan
de ellas parece haber influido beneficiosamente en este caso, porque
otro aspecto fundamental de la nueva manera de encarar el aprendizaje es
la colaboración entre los alumnos dentro de su grupo de estudios (el
que tiene más facilidad en un determinado tema ayuda a los otros más
rezagados), y también la libertad de buscar por sí mismos cómo
organizarse en sus estudios, apelando a una autonomía y orden propios.
Es de destacar la actitud con que los profesores y
autoridades de la casa de estudios encararon el desafío de lograr que la
mayoría de sus alumnos pudiera aprobar las materias y, además, cambiar
una forma de estudiar que no producía logros. Dieron, como pedía Albert
Einstein, soluciones nuevas a un antiguo problema.
La enseñanza de la matemática ha constituido,
tradicionalmente, un problema entre nuestros alumnos. Por eso, mucho hay
que reconocerle al doctor y periodista Adrián Paenza por su continua
prédica a favor de su estudio y de hacernos entender que la matemática
está presente en todo lo que nos rodea y estudiarla puede ser algo útil,
agradable y bello. Tanto que este diario ha decidido, incluso, publicar
una serie de libros dedicados a mostrar el lado apasionante de esta
disciplina, más que nunca fundamental para introducirnos hoy en el mundo
digital.
Se justifica entonces el entusiasmo de los jóvenes
alumnos platenses -el mismo que el de sus docentes- ante la conquista
del conocimiento y, también, de una manera distinta de aprender: con
solidaridad y participación de parte de unos y de otros. Evidentemente,
un modelo exitoso que puede aplicarse en el futuro a otras instituciones
educativas.
(Fuente La nación.com
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