lunes, 14 de julio de 2014

Relación de matemáticos con la empresa y la industria

La contratación de matemáticos en empresas muy diversas está en auge Sus conocimientos se aplican en campos como la gestión de datos, la seguridad, la medicina, la meteorología o el espacio.

En la película Una mente maravillosa, el brillante matemático estadounidense John Nash (interpretado por Russell Crowe) está en un bar con sus compañeros de la Universidad de Princeton cuando se le ocurre un plan para intentar ligar con un grupo de chicas entre las que destaca una rubia que llama la atención de todos ellos.

La estrategia que traza es matemática aplicada pura. Está basada en la denominada teoría de juegos, un área que permite estudiar y predecir el comportamiento de los individuos involucrados en una situación a partir de las interacciones entre ellos, sus estrategias y los conflictos de intereses. El propio Nash, galardonado con el Premio Nobel de Economía en 1994, contribuyó decisivamente a esta rama de las matemáticas con sus investigaciones. 



La teoría de los juegos fue desarrollada inicialmente como una herramienta para ayudar a comprender aspectos relacionados con la economía, pero sus usos se han ido extendiendo a otros campos, como la psicología, la biología o la sociología. Es por ello un ejemplo de cómo las matemáticas, que siempre han servido para explicar y comprender el mundo, están siendo aplicadas a infinidad de áreas y cada vez tienen un mayor peso en la economía. 

Los matemáticos, que tradicionalmente no solían tener mucho contacto con la realidad, forman parte de plantillas de empresas muy diversas. Así ha quedado de manifiesto en Madrid durante la celebración del mayor cónclave internacional sobre matemáticas aplicadas. Durante cinco días, 2.800 matemáticos tomaron el campus de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) para participar en el Congreso internacional de Sistemas Dinámicos, Ecuaciones Diferenciales y Aplicaciones, organizado por el Instituto Americano de Ciencias Matemáticas (AIMS) en colaboración con el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT).

«Las matemáticas tienen muchísimas aplicaciones en la vida diaria», afirma Manuel de León, director del ICMAT y presidente de este congreso en el que se ha propiciado el acercamiento entre los investigadores y la industria: «Muchos son reacios a hacer transferencia de conocimiento. Por supuesto, hay matemáticos que están haciendo investigación básica muy importante y no tienen por qué hacer transferencia. Pero el objetivo es ampliar el abanico de empleos y que los matemáticos no sólo se dediquen a la investigación económica, a la docencia o a la banca», señala De León. 

Impacto en la economía
La gestión de grandes datos (big data), la biomedicina, la seguridad, la industria aeroespacial, la meteorología o la ciencia del clima son algunos de los sectores que más matemáticos demandan. Las cifras así lo reflejan. Un 10% de los puestos de trabajo en Reino Unido está directa o indirectamente vinculado a la investigación en matemáticas, según un informe del Consejo para las Ciencias Matemáticas de ese país.

En Holanda, el porcentaje asciende al 24%. En España aún no hay cifras disponibles, aunque las habrá pronto pues, según De León, están realizando un proyecto piloto para conocer el impacto que las investigaciones matemáticas  tienen en la sociedad y la economía española. 

Hace años que los matemáticos trabajan conjuntamente con médicos en hospitales para desarrollar modelos que permitan predecir cómo se desarrollan las células madre o cómo se produce un tumor. Según señala De León, este área está ahora en pleno desarrollo: «El modelo matemático te da herramientas para combatir el tumor porque te dice cómo se desarrolla», explica. Philip Maini, uno de los expertos invitados, estudia los tumores cancerígenos (su crecimiento y curación) y los patrones de formación del desarrollo temprano de embriones. 

Minería de datos
Lo llaman «minería de datos» y es el campo con más salidas para los matemáticos, capaces de gestionarlos e interpretarlos: «Lo que las empresas quieren ahora es big data», dice Manuel de León. «En los últimos años han surgido muchas formas de generar millones y millones datos. Pero en bruto no sirven para nada. Hay que tratarlos, hurgar en ellos para buscar patrones y extraer la información interesante», señala. La seguridad de esos datos es una de las grandes preocupaciones:«La Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA) presume de ser la primera contratadora de matemáticos del país», afirma De León, que recuerda que «de la misma forma que hay gente que crea seguridad, hay personas que trabajan para romperla». Son muchas las conclusiones que se pueden extraer del análisis de los datos que vamos dejando en servicios o redes sociales, por lo que pese a las ventajas que tienen, considera que los ciudadanos «deberíamos ser más cautos con lo que compartimos con los demás».

Fuente: elmundo.es

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