miércoles, 15 de junio de 2011

El último matemático universal:Jules Henri Poincaré (1854-1912)

Muchos de los grandes nombres de la historia de la matemática no han hecho sólo- ¿ni principalmente? matemática: la “Geometría” de Descartes es un apéndice del Discurso.

Newton escribió también los Principia, Leibniz.... Incluso sin salir de la matemática, no sólo autores de obra muy extensa, como Euler o Lagrange, hicieron contribuciones a todas o casi todas sus ramas; también hicieron lo mismo gentes de obra escasa (en volumen): Fermat, Abel. Todavía a lo largo del siglo XIX fueron muchos quienes, además de los citados, siguieron en esa línea: Gauss, Dirichlet, Cauchy, Riemann,… Pero algo cambia, se diría, hacia el final del siglo, la especialización ha ido haciéndose más y más estrecha, y suele dudarse entre Hilbert y Poincaré a la hora de decidir quién fue el último “matemático universal”. Con el añadido de que ambos dedicaron tiempo y trabajo a la Física, algo que es -y sobre todo fue- mucho más conocido en el segundo caso que en el primero.




Jules-Henri Poincaré nació en Nancy en 1854, en una familia de clase media alta muy ligada a la universidad y a la administración, algo más frecuente en Francia que en España. Su padre fue profesor de universidad además de médico, y su primo Raymond, varias veces primer ministro, llegó a presidente de la República durante la Primera Guerra Mundial. El joven Henri destaca ya en el liceo, gana un premio nacional e ingresa en 1873 en la Escuela Politécnica con el número uno, ingresando también en la Escuela Normal. Escoge la primera y una anécdota, tal vez apócrifa, lo muestra contestando al reproche que le hace un profesor de estar distraído con la repetición al pie de la letra de lo dicho por éste durante los últimos minutos. Tras trabajar como ingeniero por poco tiempo, presenta su tesis doctoral en matemáticas en 1879, mientras escribe una novela que no llega a terminar, enseña otro poco en Caen y en 1881 es nombrado profesor en París, de donde ya no se moverá. Allí muere demasiado joven, tras una intervención quirúrgica, en 1912.

Tuvo una vida tranquila y sin incidentes marcados. Fue hecho miembro de la Academia de Ciencias a los 33 años y de la Academia Francesa, donde se le dijo que “no tenía más historia que su bibliografía”, en 1908. Recibió numerosos premios y distinciones y fue mucho más famoso y conocido que otros científicos.

Como científico es autor de una obra extraordinariamente extensa realizada, según todas las apariencias, con facilidad asombrosa. Escribió unos 500 artículos y sus Obras Completas ocupan once volúmenes, aun sin incluir los tres tomos de los Métodos nuevos de la Mecánica Celeste: como Euler y Bach, no como Riemann y Beethoven. Escribía mucho, con gran facilidad, y de él se ha dicho, como antes de Cauchy, que dio lugar a que se impusieran limitaciones al número de páginas de las notas que podían publicar los académicos. Tuvo en cambio, como después Lebesgue, muy pocos discípulos. Y fama, sobre todo en ciertas épocas, de leer muy poco a sus colegas.

Entre sus aportes más importantes podemos mencionar:

FUNCIONES DE UNA VARIABLE COMPLEJA. FUNCIONES AUTOMORFAS.

ECUACIONES DIFERENCIALES. TEORIA CUALITATIVA.

MECANICA CELESTE.

FIGURAS DE EQUILIBRIO DE UN FLUIDO

ECUACIONES EN DERIVADAS PARCIALES. TEORIA DEL POTENCIAL.

TOPOLOGIA ALGEBRAICA

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(Fuente Divulgamat)

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